Cuando finalicé la carrera me lancé a estudiar logopedia para profundizar más en todas las dificultades lingüísticas de los niños en el proceso de lectura y escritura. Los niños comienzan este proceso a través del habla y de la escucha.

Después de aprobar las oposiciones de Infantil y trabajar en varias escuelas públicas en diferentes niveles educativos comienzo a hacerme preguntas como ¿dónde queda la creatividad? ¿y la fuerza de los niños de la escuela en las etapas iniciales? Es un tema que me preocupa y comienzo a conocer diferentes compañeros y compañeras con las mismas inquietudes.

Nació nuestro primer hijo, Pau, que supuso una revolución para mí a nivel emocional: como madre, como maestra, como acompañante de niños…

Todo esto me hará comprender que la escuela convencional no me aportará todo lo que entiendo que ha de implicar la EDUCACIÓN.

La vida tendría otro regalo para mí, para nosotros, la oportunidad de abrir un centro educativo público en Barcelona y esta sería nuestra gran oportunidad de ofrecer todo lo que siempre hemos creído que tendría que ser una escuela. Soñamos e intentamos que nuestros sueños fueran compatibles con las normativas de las escuelas públicas, y así nació la escuela Congrés-Indians.

Un gran reto que nos ha llevado a viajar a diversos lugares del mundo para conocer diferentes escuelas y proyectos educativos (Summerhill, Antzuola, las escuelas de Finlandia y de Pistoia en Italia) y a participar como ponente en diversas jornadas de educación organizadas en Cataluña y otras comunidades, como por ejemplo el “Congreso Iberoamericano de Educación”, organizadas por la Universidad Juan Carlos I de Madrid, “Escola Nova del Segle 21”, “Inauguración del curso escolar en Oviedo”, etc.

Unos años más tarde llegará a nuestras vidas Kim, nuestro segundo hijo. Queríamos una escuela infantil con el mismo acompañamiento que se daba en la escuela Congrés-Indians y este hecho nos llevó, junto con familias de la escuela, a crear la Escoleta dels Indians. Un proyecto que acoge niños desde los 14 meses hasta los 3 años, donde la educación es una tarea compartida entre familias y educadores, donde se respetan los procesos de vida de los niños y niñas.

Todo este camino me ha dado la oportunidad de vivir esta nueva aventura que comienzo con mucha ilusión, la de formar parte del equipo de Senda y colaborar aportando nuevas miradas al mundo educativo.